viernes, 20 de abril de 2012

Herramientas 2. Juegos y juguetes

Creo que todos estamos de acuerdo en que los perros y todos los seres vivos en general, necesitan jugar. Si bien es cierto que según se van haciendo adultos la necesidad es menor, eso no quiere decir que no les venga bien hacerlo de vez en cuando.

Es común la estampa de una casa llena de juguetes "pasivos", es decir, cuerdas para morder, muñecos de peluche, muñecos con pitido,.. juguetes que por lo general sólo ocupan espacio, aunque bien es cierto que la masticación (cuerdas, huesos, etc..) ayuda a la relajación.

En cualquier caso, ya que a todos en el fondo nos gusta jugar, ¿por qué no aprovechar y usar juguetes que ayuden a ejercitar el cerebro de nuestro perro? Dicho en otras palabras, ¿por qué no usar juguetes de inteligencia, interactivos, que le hagan pensar?

Os mostramos algunos ejemplos de juguetes interactivos que consideramos interesantes.


En el puesto número 1, los juguetes rellenables tipo kong. Se deben rellenar en modo fácil al principio (sólo salchichas o pienso) e ir complicándolos más adelante, poniendo un tapón de pienso húmedo (lata) o quesito (siempre que el perro no sea intolerante a la lactosa), y luego añadir más tapones internos, para acabar, por ejemplo, haciendo una especie de puré que meteremos en el congelador. La imaginación a la hora de rellenar un kong sólo está limitada por los gustos y preferencias de nuestro perro.





En el mercado también podemos encontrar pelotas, cubos, botellas interactivas,... con agujeros por los que introducir la comida y una especie de "laberinto" interior o una cuerda que hace las veces de tapón. Personalmente prefiero los de goma, ya que si tienes vecinos debajo es una forma de no molestarles. Los perros los tienen que hacer rodar, botar, lanzar, etc.. para sacar su contenido. En este caso es recomendable pienso o algún tipo de premio seco para que la extracción no se convierta en imposible.




Y no podemos dejar de nombrar los fabulosos juguetes de Nina Ottosson, tanto en madera como en plástico (éstos últimos, fácilmente limpiables), con distintos niveles y en muchas ocasiones más de un juego por panel.







Estos no son más que algunos ejemplos de la infinidad de productos que os podéis encontrar en el mercado, parece que por fin los juegos de estimulación mental proliferan entre los fabricantes..

Ahora bien, no podemos negar que hacerse con un buen arsenal de juguetes puede salir un poco caro y tal y como están las cosas, la mayoría no estamos para mucho gasto.. pero no por ello debemos renunciar a proponer retos a nuestros perros. Entonces, ¿qué hacer? ¡Pues inventarlos de forma casera! A continuación algunas propuestas:


Nada más sencillo o cotidiano que el tubo de cartón del rollo de papel higiénico o del papel de cocina: dobla uno de los extremos para cerrarlo, rellénalo de pienso o premios secos y al principio no cierres el otro extremo del todo, y ala, ¡a jugar! Da igual que lo rompa, para eso es, no importa demisiado si se come un cachito (siempre que sea pequeño), al fin y al cabo es cartón y no le hará ningún daño.




¿Qué tal una botella de plástico? De esas de medio litro de agua o de cualquier refresco, llénala y dásela: la morderá, la aplastará, la dará la vuelta, incluso la lanzará... Quizás tengas que ayudarle un poco al principio si la boquilla es pequeña pero pronto se convertirá en un especialista.





Seguro que todos tenemos en casa sábanas, toallas o mantas viejas, pues, ¡genial! ya tienes otro objeto con el que jugar: extiéndela, lanza cachitos de pienso, o salchichas, o lo que se te ocurra, dóblala escondiendo lo que has lanzado, coloca aleatoriamente otro puñado, vuelve a doblarla.. y, ¡al ataque! Estará un buen rato olisqueando, mordisqueando, buscando.. y cuando se haya acabado la comida, seguramente seguirá otro buen rato gracias al olor que quedó.
 


¿Y qué tal una caja de cartón? Puede valer una simple caja de zapatos: rellénala con lo que quieras, incluso, puedes meter papel de periódico para que tenga que rebuscar un poco más, al principio no la cierres del todo y ponlo un poco más difícil poco a poco. Igual puedes hacer con cualquier otro tipo de caja, siempre recordando ponerlo al principio fácil e ir aumentando la dificultad más adelante (una caja, dentro de otra caja, incluso se puede envolver como para regalo alguna de ellas...)


Un buen consejo es el que me dieron hace poco: cada vez que vayas a tirar algo a la basura, antes de hacerlo, piensa si puede servirle de entretenimiento a tu perro.

Como fuente de ideas para juguetes caseros, es imprescindible el libro de Cristina Sondermann, Jugar con su perro.

Los juegos de estimulación mental entretienen, hacen pensar, ayudan a aumentar la autoconfianza de nuestros perros, entre otros muchos beneficios.. ¡Esperamos que os divirtáis!



Por CECP

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