viernes, 4 de mayo de 2012

El hombre por el hombre

Cuando el hombre pisa al hombre y se enorgullece de ello muestra su naturaleza más cruel, más antinatural, la más alejada de una vida apacible. Mediante esa violencia gratuita el hombre sacrifica el regalo más valioso que la naturaleza nos da, la vida. Sacrifica su vida y la del resto de los seres en pro de una vida basada en la hipocresía y el ego social. Crea estatus sociales creyendo que todo en este mundo se mueve por los mismos parámetros de jerarquía y caciquismo, dotándose de aires de superioridad que no son más que el reflejo de la falta del verdadero ser. Tanto tengo, tanto valgo, ¿vales lo que tienes?, ¿quién eres?

Una sociedad cambiante que persiste basándose en jerarquías aplastantes es un mundo en el que a nadie le gusta vivir. Nos venden que debemos tratar así a nuestros perros, como si fueran otro humano que nos quiere "pisar", cuando está más que demostrado que el único ser capaz de destruir todo allá por donde pasa, por puro egocentrismo, es el hombre. Se equivocan, realmente el único ser que usa en su día a día la jerarquía "agresiva" basada en un macho alfa - dominante, es el hombre.

Quizás sea capaz de dominar aquí y allí, pero está perdido en el mundo que une la vida con la naturaleza. La forma de vivir de los animales se puede asemejar en parte a la del ser humano, con diferencias como el egoísmo y los celos, atributos exclusivamente humanos. Por supuesto, no podemos olvidar instinto de caza o depredador, necesario en la naturaleza porque es parte de la supervivencia, que parece que en nuestra sociedad se transforma en zancadillas y empujones por el puesto junto al líder de la "manada".

La maldad que acompaña muchos de nuestros pensamientos se transforma en dar por sentado hechos que no tienen nada que ver con la realidad, como que nuestro perro se orine en la alfombra para fastidiar o por venganza, cuando no es así. ¿No será que en realidad siempre pensamos de forma catastrofista y todo lo que el perro hace muchas veces de forma instintiva no es más que un reflejo de incomprensión tanto en la comunicación como en la convivencia?.

El continuo golpeo al individuo hace que este responda de muy diversas formas y no todas estén bien vistas aunque quizás sí justificadas, ¿quién aguanta sin responder al invasor o al atacante si uno se siente en peligro?. Pues los perros en muchas ocasiones no hacen nada distinto a eso: defenderse del continuo ataque al que son sometidos en el día a día, ataque muchas veces redirigido por la maldad que acompaña nuestro pensamiento humano.

Cuando la frustración y el peso de la sociedad se dejan sentir y el arrebato del que se siente líder en el estatus jerarquico debe demostrarlo, bajo pautas de dominancia ficticia apoyada por la agresividad con dosis desmesuradas de violencia, es capaz de llevar a cabo actos que nos deberían dejar lejos de sentirnos orgullosos de ser lo que somos.

El estatus de superioridad alimenta el miedo de quien no tiene el poder y tiene que decidir entre escapar o luchar, lo que decida puede ser mejor o peor, pero cuando la sombra del líder jerárquico que tiene que prevalecer porque se ha de demostrar quien manda desaparece, la oportunidad llama a la puerta.

Las instrucciones de un mundo perfecto deben estar escondidas en el fondo de algun cajón o se perdieron, o quizás no existan, pero seguro que el que tenemos se puede mejorar. Sociedades, asociaciones, activistas, solidarios y mucha gente se mueve por el apoyo y protección de los animales para que no sigan sufriendo a seres sin escrúpulos que imparten la justicia del hombre por el hombre.
 
 

Por CECP

1 comentario:

  1. Muy bueno, creo que el camino es lento pero que cada vez más gente piensa de esta manera, y todo gracias a personas como vosotros, un abrazo.

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